Acabábamos de salir del concierto de F y no sabíamos muy bien qué hacer, no sé cómo pero surgió la genial idea de ir a Barcelona. Bueno, genial porque no sabíamos que el macro botellón había sido frustrado y se estaba armando una buena.
Llegamos a las Ramblas sobre las 2 de la madrugada y lo primero que vimos fue una muchedumbre, lo segundo fue a la policía cargando así que nos tocó correr como a todos.
-No me pegue señor agente que acabo de llegar!
-Si no es por mí, es que como estás en medio ya es por inercia.
-Vale pero no me dé muy fuerte eh!
-Bueeeeeno va, toma malandrín!
Y ya que estábamos metidos de lleno en todo el follón, qué menos podíamos hacer que curiosear, por lo menos si nos daban un buen porrazo que fuera con motivo.
El ambiente era muy tenso y había destrozos por todas partes, motos tiradas en la calle (hay que ser cabrón), cabinas de teléfono rotas, manchas de sangre por el suelo, fuego…. Vimos a los “protestantes” insultando a la policía, tirándoles botellas y provocándoles. Mientras, la policía aguantaba y les dejaba acercarse lo suficiente para cargar contra ellos con toda la mala intención. La verdad es que tanto unos como otros se estaban portando como verdaderos cazurros.
Tuvimos que correr varias veces, callejeando paralelamente a la Rambla, haciendo pausas para ver que pasaba hasta que algún grupo de antidisturbios nos obligaba a salir corriendo o a corregir nuestra “vía de escape”.
- ¡Ostia! ¡Los maderos!
- ¡Ostia! ¡Los alborotadores!
- ¡Seguid para abajo! ¡Seguid para abajo!
- ¡A por ellos! ¡A por ellos!
Al final no entramos a la discoteca a la que íbamos porque tardamos 2 horas en bajar la Rambla y para ser sinceros queríamos ver como acababa todo; de manera que nos quedamos un rato más por allí.
Cuando al final parecía que todo se había calmado nos marchamos. Lo que no esperábamos es que de camino al coche, mientras andábamos tranquilamente, pasaran dos chicos corriendo en dirección contraria gritando:
- ¡Que viene la poli con las lecheras!
¿Lecheras? ¿Eso que es lo qué es? ¿No son cántaros? Pues no, parece ser que “lecheras” quería decir escopetas de bolas de goma y ¡pum! Quería decir que ya nos estaban disparando. Fue la última carrera de la noche pero estuvo muy cerca, recuerdo como se escuchaba el ruido de las botas detrás y el de las pelotas de goma a nuestro alrededor. Por suerte no nos pillaron y pudimos llegar al coche, había sido una noche llena de adrenalina.
Una nota curiosa es que los quioscos de la rambla no cerraron en toda la noche, no me explico como lo hicieron para estar allí como si tal cosa. Por cierto, el malagueño estuvo todo el rato en primera línea haciendo fotos de todo lo que pasaba y de lo único que se lamentó fue de no haber podido sacar la cámara en la última carrera; si es que los hay aventureros.
Otra noche más...
5 comentarios:
Respecto al malagueño... seguramente futuro corresponsal de guerra... Vamos, que la noche fue para ir practicando.
Los "protestantes", se merecen a menudo más que comillas, porque los hay que van a protestar y los hay que van a hacer el gamberro...
Los polis y antidisturbios, los hay que escogen esa profesión para tener una forma fácil de apalizar a alguien legalmente y los hay que cargan muy a su pesar...
Sigue siendo un mundo de locos.
Estooo..
algún día te explicaré que son las 'lecheras' pequeñín ;-)
jeje
bueno, que en el blog he colgado un par de vídeos de los altercados.
Aquí, en la zona desubicada.
Salud!
Pues sí ozzy el mundo está loco, pero demasiado loco, a estos habría que quitarles un poco de mercurio que tienen locura mala.
Capi merci por la aclaración, pero me da a mi que tampoco las habías visto de cerca antes jajaaaaaaaaa!!Vaya nochecita eh!
Las lecheras... uff muchas míster, seguro que tu también (o no..).
Lo que no me habían perseguido por un callejón pegándome tiros con bolas de goma.. eso no.
Ya ves, vaya última media hora.
Mirándolo así.... cuanta razón tienes!! jaja! Fue media hora? tío hubiera jurado que no fueron más de 5 minutos, hay que ver como nos alteran estas situaciones...
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