"...Nosotros teníamos la esperanza en la Plaza de Badajoz, hicimos allí una gran resistencia. Pero la plaza fue vencida por un comandante que estaba en Menacho y por allí entraron los fascistas, cogiendo a las fuerzas que defendían la plaza por la espalda, teniendo que abandonar la plaza; pero antes en la tenaz resistencia se le causaron muchas bajas al enemigo. Una vez perdida la capital ya se vino la resistencia abajo, salimos cada uno por donde pudimos. La gente corría despavorida pues los fascistas, una vez tomaron la plaza, se dedicaron a buscar a todos los de izquierda y los mataban en las mismas calles como lo hicieran con Nicolás de Pablo y otros muchos.
Luego los fascistas se dedicaban a la caza de hombres por los campos. Yo junto con varios compañeros escapamos y nos fuimos al pueblo. Fue por pocos días, enseguida empezaron a tomar todos los pueblos. Como no podíamos defendernos porque carecíamos de armas y los fascistas tomaban pueblo tras pueblo, sembrando el crimen y el terror, los de izquierda huían para escapar de las hordas fascistas. Abandonamos los pueblos y nos fuimos a la sierra de Monsalud, otros de refugiaron en Burguillo del Cerro..."
Yo sabía por las historias de mi abuela y mi madre que a mi abuelo lo capturaron los nacionales cuando estaba escondido en la sierra de Monsalud; con lo que le dieron la opción de elegir entre ir al frente con ellos o al cementerio. Básicamente ese fue el motivo por el que él, pese a ser de izquierdas, estuvo luchando con el bando nacional en la mayoría de frentes que hubo en la guerra. Guerra de la que obtuvo dos heridas graves de bala, ninguna alegría y miles de tristezas en forma de historias que nos contaba a mi hermana y a mi, cuando todavía era demasiado pequeño para recordar.
Ahora bien, sabía que antes de eso mi abuelo había militado en las juventudes socialistas de Nogales; pero ignoraba completamente que hubiera colaborado en la organización del pueblo tras el golpe de estado, ni que hubiera formado parte de la resistencia en Badajoz. De hecho mi madre dice que no puede ser, que él siempre dijo que escapó al monte nada más empezar la guerra y no entró en combate hasta que lo trincaron... O al menos eso es lo que siempre decía, por eso no entiendo (en parte) cómo es que su diario lo sitúa en las tareas de control realizadas en su pueblo y más tarde en la batalla de Badajoz. Quizá nunca lo dijera por miedo, o quizá quisiera contar la historia de algún compañero caído. El caso es que nunca lo sabré porque mi abuela lo conoció después de la guerra, así que sabe lo mismo que mi madre. Sea como sea tuvo muchísima suerte de no perder la vida en combate.
Yayo ojalá te pudiera preguntar...
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